Uno de los gestos más icónicos de la historia del fútbol español ocurrió hace 14 años. El Santiago Bernabéu se rindió a la calidad de Ronaldinho, uno de esos futbolistas que serán recordados siempre. Talento puro.
El Barcelona aplastó al Real Madrid el 19 de noviembre de 2005. La figura del brasileño enamoró en el estadio rival y dejó unos detalles para el recuerdo. Ni Sergio Ramos ni Casillas pudieron pararlo.
Fue una noche única que convirtió en histórica la imagen de un padre y un hijo aplaudiendo a un futbolista del eterno rival. Pero no era un cualquiera, su magia era capaz de hacer jugadas inimaginables y hacer que mereciera la pena pagar una entrada.
Al final de los 90 minutos, el marcador reflejó un 0-3. Ronaldinho protagonizó un excelso doblete que le elevó hasta el Olimpo en el que probablemente fuera el mejor partido de su carrera. Y además, con Messi asomando la cabeza, recogiendo su testigo y aprendiendo para el futuro.
19 de noviembre de 2018