Hay acciones que cambian deportes para siempre. Lo hizo el mítico tiro de Jordan ante Utah Jazz en baloncesto y también la última brazada de Phelps ante Cavic en los Juegos Olímpicos de Pekín, en 2008.
La acción que nos ocupa, sin embargo, tuvo lugar en una cafetería y propició la llegada de Leo Messi a Barcelona. Rexach consiguió el compromiso de la familia del argentino en una servilleta y el futuro del conjunto azulgrana cambió para siempre.
Tras cristalizar ese acuerdo, Messi acabó llegando con apenas 13 años a Barcelona un 17 de septiembre de 2000. Precisamente 17, pero años, le ha llevado al argentino cambiar la dinámica del equipo 'culé' para siempre.
El endeble futbolista quemó etapas a la velocidad de la luz y debutó en amistoso con el primer equipo en 2003. No tardaría en llegar su primer choque oficial con los 'culés' y su primer tanto, ante el Albacete a pase de Ronaldinho.
Desde entonces, una carrera llena de éxitos, títulos y balones de oro y un hueco en el olimpo del fútbol con los más grandes de la historia. Querido Leo, contigo empezó todo.