Declarado el protocolo de máxima seguridad, más de 1.300 efectivos policiales velaran por la tranquilidad de un encuentro considerado de alto riesgo.
Los ultras de la Curva Sud, una de las hinchadas más numerosas de Italia aunque no especialmente violenta, agotaron rápidamente las entradas para apoyar al cuadro de Di Francesco.
Los más de 2.600 'tifosi' superan la mayor movilización en la breve historia del Wanda Metropolitano, dejando atrás a los cerca de 2.300 seguidores del Chelsea que pusieron a prueba la seguridad del nuevo feudo.