Antes de las inversiones faraónicas de los Emiratos Árabes, el Manchester City deambulaba en las divisiones inferiores del fútbol inglés, donde hace 22 años sucedería una de las jugadas inolvidables de su historia.
El conjunto 'citizen' dependía de los resultados de la última jornada para salvar la categoría, pero en el antepenúltimo partido ante el Queens Park Rangers Jamie Pollock hizo un sombrero a su compañero para batir a su guardameta con una vaselina de cabeza.
La imagen dio la vuelta al mundo porque, más allá de la belleza de la maniobra, su gol condenó al Manchester City al descenso a Tercera División.
25 de abril de 2020