Se espera una sanción ejemplar y así fue. Al ya ex guardameta del Manlleu le han caído 25 encuentros sin poder jugar al fútbol después de agredir por la espalda y con una fuerta patada al joven colegiado Gerard Creus, que pitaba aquel encuentro contra el Sant Cugat.
Ese hecho, unido a que el Manlleu decidió extinguir su contrato, colocan al portero en una posición muy complicada de cara a competir de nuevo, aunque sea en la Primera División Catalana, competición en la que militaba cuando ocurrió todo.
González perdió los nervios después de una jugada que parecía que acabaría en milagro y terminó en bochornosa agresión.
El portero suvió a rematar un córner en el tiempo de añadido en busca del empate contra el Sant Cugat. Y así fue. Un buen remate de cabeza se coló en la portería rival.
El árbitro entendió que se había ayudado con la mano para ello y anuló el gol. Poco después, González se acercó hasta él por la espalda y le propinó una fuerte patada que lo envió al suelo.