Ha nacido una pareja: Achraf y Lukaku. Conectaron a la perfección en el primer compromiso de esta temporada del Inter en la Serie A y volvieron a hacerlo en el segundo, que era contra el Benevento. Pase raso y definición de primeras ante la que el meta no pudo hacer nada.
Y lo mejor es que construyeron la jugada en cuestión de 28 segundos. Kolarov, desde el lateral izquierdo, muy atrás, mandó un balón teledirigido al marroquí, que se coló en el área hacia la línea de fondo gracias a una gran pared. De ahí que lo tuviera tan fácil para asistir al belga.
Este, que se desmarcaba en el interior de los dominios de Montipò, se bastó de un disparo de primeras para batirle. No pudo hacer nada el cancerbero: su defensa había quedado fuera de toda posibilidad de estorbar al delantero, que remató a placer.
Esta es una doble buena noticia para Antonio Conte. Primero, porque puede que Achraf y Lukaku le den muchas alegrías esta temporada, algo vital para discutirle el dominio de Italia a la Juventus. Segundo, porque un buen inicio de curso es clave para acabar en lo más alto.