El Sporting Kansas City estaba dominando el encuentro frente al Real Salt Lake, pero Nick Rimando era un auténtico muro. El minuto 60, Diego Rubio ingresó en el campo por Khiry Shelton con la intención de desatascar el encuentro.
Y vaya si lo hizo. El delantero chileno solo tardó 38 segundos en conseguir el gol del empate para su equipo. Tras un mal despeje del guardameta rival, el esférico le cayó al él en la frontal del área.
Un primer toque, para controlar el balón; el segundo, para perfilarse de cara a portería; y, como colofón, un gran derechazo ante el que nada pudo hacer Rimando. Medio minuto, un disparo y máxima efectividad.
5 de noviembre de 2018