Cuando fueron detenidos, el grupo de aficionados se encontraba esperando el regreso de otro pelotón que había asistido al Florencio Sola. Allí, los esperaban para pillarlos por sorpresa.
En total, 51 'barras bravas' fueron llevados a la comisaría, en la que se les requisaron armas de fuego, puñales y barras de hierro. A la mañana del día siguiente fueron puestos en libertad.
Ya el pasado ocho de agosto protagonizaron un enfrentamiento a tiros. Los hinchas de Racing de Avellaneda parecen haber entrado en una espiral de violencia a la que no ponen fin.