Melilla es, junto a Ceuta, el último bastión español en el norte de África. Con su valla, su frontera y su ferviente españolidad, tiene su foco deportivo en fútbol y baloncesto. Ciudad peculiar, multicultural en su esencia y en la práctica, acogerá la histórica visita del Real Madrid en dieciseisavos de la Copa.
Para los jóvenes que han crecido viendo a su equipo en Segunda B, categoría que recuperó en 1987 y techo histórico de la entidad (Estuvo en Segunda antes de crearse la Segunda B), es algo inexplicable. Athletic (2-2) o Levante (1-0) fueron los predecesores de este Real Madrid en diversos enfrentamientos coperos de enjundia. Como curiosidad, ninguno logró ganar en el Álvarez Claro, estadio que suele mostrar sus gradas desangeladas, pero que sabe vestirse de lleno para este tipo de ocasiones. No cabrá un alfiler.
El Real Madrid post Clásico comparecerá en la Ciudad Autónoma para toparse con el líder del grupo IV de Segunda B. Carrión ha recuperado la ilusión del aficionado medio melillense, bastante contemplativo ante la larga lista de ilusiones que se han ido derrumbando a lo largo de los años. Tres fases de ascenso mediante, el escalón de plata se sigue resistiendo para este club histórico en su categoría.
Un equipo sólido con aspiraciones de plata
Sólo una derrota contempla el casillero de los azulinos hasta el momento. Un serio y contundente accidente que les hizo salir goleados de Granada. Pero supieron levantarse, recuperar la senda del triunfo y lograr la clasificación copera ante el Ontinyent.
Carrión ha construido un bloque sólido, aprovechando los mimbres de la temporada pasada, en la que el equipo fue el menos goleado de la categoría, y sumándole piezas que aportan el gol y la fluidez ofensiva que faltó en el curso anterior a las órdenes de Manolo Herrera.
Qasmi, un goleador formado en el PSG, es el 'killer' de un Melilla que ahora dispone de muchas variantes ofensivas. Menudo, Brian, Ruano, Igor Martínez y Óscar García son los grandes protagonistas ofensivos de este conjunto azulino que también presume de contar con uno de los mejores porteros de la categoría, Dani Barrio.
En defensa, ha sumado la experiencia de Paco Aguza, autor del gol clave en la Copa, y de Sofian Chakla. Pepe y Mahanan son los vestigios de una cantera melillense otrora más presente en un equipo que aspira a lograr el ansiado ascenso a Segunda División de una vez por todas.