El técnico ha reconocido este viernes, en una rueda de prensa, que ha tenido incluso que bajar la intensidad de sus jugadores en los entrenamientos porque "van al doscientos por cien, y eso se llama ilusión".
Bolo ha optado por trasladar un mayor temple en los momentos previos al encuentro y abogado por ser "más analítico, preparar todo bien, sin levantar los pies del suelo y siguiendo la misma línea de trabajo que ha llevado al equipo donde está", convencido de que cuando más se disfruta del trayecto "más posibilidades de éxito hay".
Sobre el primer choque, en terreno barcelonés, el técnico deportivista espera un partido "para no perder la concentración en ningún momento" y, por las características del terreno de juego -césped sintético- y de dimensiones, con muchos paralelismos respecto al último compromiso del campeonato ante el Unión Adarve.
Bolo no renuncia a que se les pueda colgar el cartel de favoritos en la eliminatoria, "sin que ello haga cambiar el pensamiento de ganar el partido o la eliminatoria".
Prefiere, por el contrario, no mirar si el segundo partido es en El Toralín, sino en que el choque vale tres puntos y de que se trata de ir a ganar para conseguirlos para poder dar el primer paso hacia el objetivo final marcado de intentar "poner la guinda al pastel con el ascenso", ha concluido.