Cruz Azul tenía un claro plan de juego para desarticular al América. Por su parte, las 'águilas' salieron a hacer lo que mejor saben castigando con contragolpes rápidos.
Durante unos breves instantes fueron los de Herrera los que inclinaron el terreno a su favor. Sin embargo, cuando peor lo pasaba Cruz Azul, llegó el tanto que debía darle tranquilidad.
Pero la clave es el condicional: 'debía'. Porque el cabezazo de Domínguez para abrir la cuenta de los goles solo sirvió para que las 'águilas' levantasen el vuelo.
Tras un paradón más del 'Memo' Ochoa que impidió el segundo, llegaron las dos dianas visitantes, al borde del descanso. Como le costaba al América llegar con efectivos al área, decidieron cambiar de tercio.
Primero Guido Rodríguez, que se sacó un zapatazo desde más allá de la frontal para poner el empate. Cuatro minutos más tarde, Henry Martin hacía lo propio para darle la vuelta a la contienda.
Se las daban muy felices los azulcremas, pero lo que no sabían era que el enemigo estaba en casa. A los cinco minutos de la vuelta de los vestuarios, Roger Martínez vio la roja por un feo codazo sobre Baca.
La cara del 'Piojo' era un poema, más aún cuando dos jugadas más trade Pablo Aguilar volvió a meter la cabeza para hacer el segundo tanto e igualar el partido. Se olía el miedo emanar de los jugadores del América.
Y lo aprovecharon los 'cementeros', que ese día debían tener la cabeza hecha de eso mismo, cemento, pues para el 3-2 Alvarado se jugó el tipo y remató con la suya ante el pie alzado de un rival.
Se dejó ir el América, que vio en los minutos siguientes como le caía el cuarto y el quinto, firmados por Pineda y Rodríguez. Una victoria que hace a Cruz Azul salir de su mala racha, mientras que deja al América casi como estaba.