Cumplido el minuto 93 con 3-3 en el marcador y su equipo volcado, el portero salió al centro del campo a por un balón que no representaba ningún riesgo.
Sin embargo, el guardameta convirtió un despeje de su rival en una asistencia inesperada para un delantero que galopó libre de marca y sin oposición hacia las mallas.
Capricho del destino, el portero del Istiqlol pudo arreglar su cantada antológica con una intervención providencial, aprovechando el exceso de confianza de su rival.
Asimismo, el guardameta sacó rápido y dio pie a que su equipo firmara el 4-3 sobre la bocina y su clamoroso error quedase en una anécdota graciosa.
5 de septiembre de 2018