Este partido en el Estadio Dinamo refleja a la perfección por qué la 'Oranje' es una de las candidatas a conquistar la Eurocopa 2020. Pese al irregular juego y a algunas dudas que deja, gana...
Y es que tiene mucha mordiente arriba, acompañada por una sala de máquinas absolutamente espectacular. La defensa, no obstante, deberá mejorar y ganar en solidez para plantar cara a los grandes.
No dominó de cabo a rabo el conjunto de Koeman, algo que se esperaba a priori, pero es que no lo necesita. Los veloces atacantes que tiene arriba Holanda se valen en momentos muy concretos para liarla por sí solos.
Así llegó el 0-1 en Minsk. Tras una ocasión clarísima para Bielorrusia en los pies de Laptev, Bergwijn encontró a Promes y este, con un centro medido, asistió al tren de cercanías llamado Wijnaldum que llegaba desde segunda línea.
El tanto sirvió para aplacar la ilusión inicial de Bielorrusia por puntuar. Al filo del descanso, en el 41' de juego, llegó el gol del partido que parecía finiquitarlo. De nuevo, obra de Wijnaldum con un misil teledirigido a la escuadra de Gutor.
Pero en el segundo tiempo cambió la historia, desde el primer instante además. Con siete minutos cumplidos tras la reanudación, Druhan mandó al fondo de las mallas un testarazo al dulce centro desde la izquierda de Polyakov.
Bielorrusia se metió en el partido, gracias también a la complicidad de una Holanda que veía venir el desastre y no reaccionaba. Al César lo que es del César, Koeman fue determinante con los cambios, sobre todo al dar entrada a De Roon, que dio muchísima consistencia.
Los últimos 20 minutos, apróximadamente, fueron dominados por la 'Oranje', que supo mantener el balón y jugar con él para acabar con el ímpetu de Bielorrusia. A medio gas, pero ganando, como hacen los campeones.