Los números son los únicos que creen aún en el milagro del Sporting. Los asturianos han jugado con fuego durante todo el año y ahora se encuentran con el agua a la altura de los ojos.
Y eso que no ha sido, ni de lejos, el peor partido de los rojiblancos, que al menos han mantenido la intensidad y la cabeza alta durante todo el encuentro. Quizá merecieron algo más, pero el fútbol solo entiende de hechos.
La primera parte comenzó con dos errores garrafales de Roberto Soriano que dejaron paso a un 'trallazo' de Moi Gómez contra un larguero que salvó a Andrés.
Tras un inicio poderoso del Villarreal, el Sporting comenzó a salir de la cueva y, como suele pasar, en el mejor momento de los visitantes, con paradón salvador del meta local incluido, llegó el tanto de los castellonenses.
Soldado, Bakambu y un error inolvidable
Soldado hizo honor a su dorsal y cazó el 1-0 al más puro estilo 'killer' del área. Recibió en el área y, como si de un francotirador se tratase, apuntó, apretó y, sigilosamente, mató las esperanzas de Cuéllar y los suyos.
El descanso traería consigo a un Villarreal aún más ambicioso que encontró pronto el segundo tanto. Bakambu aprovechó una asistencia celestial de Dos Santos y puso el 2-0 en el marcador.
Pero la delantera amarilla sería de nuevo protagonista por un enorme fallo. Fue Soldado el que quedó en evidencia al no lograr el gol ante una portería sin guardián, tras un pase poco colaborador de Bakambu.
El propio punta internacional por la RD Congo haría doblete al batir de nuevo al meta visitante. Lo hizo fácil. Cruzó el balón y dio la tranquilidad a un Villarreal que ya se ha sacado otro billete más para Europa.
Arreón del Sporting con poco premio
El Sporting tiró de dignidad Rubi intentó varios cambios que buscaban revertir la situación y, aunque el luminoso no lo relfejó, la imagen fue mejor.
Fruto de los ataques continuados llegó el gol del honor. Douglas aprovechó una segunda jugada para cruzar el balón y poner el 3-1 definitivo.
Andrés y Cuéllar pusieron el broche al partido dejando sin goles a Xavi Torres y Sansone, respectivamente. Tras el pitido final, el aficionado rojiblanco seguirá sufriendo una semana más, aunque puede que su agonía llegue a su fin.