"Fue bonito estar en el Real Madrid todo este tiempo. En los próximos días daré una respuesta a los aficionados, que ellos sí siempre han estado a mi lado. He disfrutado mucho este momento", espetó Cristiano Ronaldo sobre el césped de Kiev, minutos después de conquistar la tercera Champions League consecutiva, la cuarta como madridista, la quinta en su carrera.
Una bomba informativa que provocó un terremoto futbolístico, eclipsando incluso la gesta del Real Madrid frente al Liverpool. "El futuro de los jugadores no es lo primero ahora mismo. No tengo dudas y no es importante ahora mismo. Descansar e ir con la Selección es lo próximo. ¿Quién quedó máximo goleador otra vez? A lo mejor esto debería cambiar y llamarse 'CR7 Champions League", bromeó para intentar -sin ningún éxito- quitar dramatismo a sus palabras.
Seis semanas después, la Juventus anunciaba el desembarco de Cristiano Ronaldo en Turín. Los problemas con la Fiscalía y la erosión del paso del tiempo en la relación con el club se mezclaron en una vorágine de especulaciones y rumores sobre renovaciones y mejoras salariales que nunca llevaron y dejaron al madridismo sin su buque insignia.
El domingo pasado, Kylian Mbappé hizo saltar todas las alarmas de París durante la entrega de premios de la UNFP (Unión Nacional de Futbolistas Profesionales), donde -por cierto resultó el gran triunfador, exigiendo mayor protagonismo en el PSG bajo la amenaza de buscar un nuevo proyecto. Un ultimátum que tuvo eco en todas las direcciones deportivas de Europa.
"Estoy ante un momento muy importante de mi carrera, es el primer o segundo punto de inflexión. He descubierto muchas cosas en mi equipo, tal vez sea el momento de tomar más responsabilidades. Ojalá que sea en el PSG, que sería algo bonito, o quizás en otro lugar para un nuevo proyecto", sentenció ante la sorpresa del fútbol mundial.
Según publicó 'RMC', el discurso de Mbappé no va tanto en dirección a buscar una salida, como sí en mejorar su jerarquía en el club. Cansado de vivir a la sombra de Neymar, el francés quiere compartir el foco mediático y ser quien abandere institucionalmente a la entidad a partir del próximo verano.
Entretanto, Mbappé espera que el PSG vea recompensado su crecimiento en el club con una faraónica renovación. Asimismo, el joven campeón del mundo presume de haber liderado al equipo, mientras Neymar yacía lesionado en los dos momentos clave de las dos temporadas que ambos suman en París.
Sin dar tiempo a mayores especulaciones, el club emitió un comunicado este lunes en el que enfatizaba en la relación contractual e invitaba al optimismo a la hinchada francesa. El PSG no se plantea la salida del delantero bajo ningún concepto y cuenta con él para intentar dar el salto de calidad definitivo en la Champions League.
"El vínculo entre el PSG y Kylian Mbappé es muy fuerte desde hace dos años y la historia común seguirá la próxima temporada. Con una ambición compartida de hacer historia en el fútbol europeo, el año en el que el PSG cumplirá 50 años, un momento muy esperado para escribir todos juntos una gran página de la historia de nuestro club en la que cada protagonista será importante, trabajando siempre por el colectivo", aseveró.
20 de mayo de 2019
Un movimiento rápido del PSG para no dar rienda suelta a los rumores que le sitúan en la órbita del Real Madrid, mientras el emir de Catar, Tamim bin Hamad Al-Thani, viaja en los próximos días a París para tratar de resolver la situación que ha generado gran nerviosismo en torno al Parque de los Príncipes.
Si Cristiano Ronaldo solo encontró una barrera de 100 millones de euros tras su órdago para salir, Kylian Mbappé tendrá sobre la mesa una oferta de renovación mayúscula, con la que el PSG tratará de recompensar sus galardones como mejor jugador y máximo goleador de la Ligue 1 y, de paso, espantarle esas ínfulas que le tientan a salir.