Y es que la acción no fue sancionada. Un posible penalti y expulsión se quedó en un lance más del juego sin ningún castigo. Por este motivo, el delantero se enfadó con el cuerpo arbitral.
Con sangre por toda la cara debido al fuerte golpe, Rooney no dudó ni un instante en encararse con el árbitro del partido y pedirle explicaciones. Mientras lo atendían también fuera del campo discutió acaloradamente con el cuarto árbitro.
Así fue el brutal codazo a Wayne Rooney de esta mañana en el Everton vs Bournemouth de la Premier. pic.twitter.com/mRaXHuNXEj
— Diego del Bosque (@Dekodbm) 23 de septiembre de 2017