Lo buscó de todas las maneras el Rayo Majadahonda, que le faltó algo de acierto para sumar tres puntos que le hubieran sacado temporalmente del descenso en el que se ve ahogado a falta de dos jornadas para el final.
Héctor Hernández firmó ese gran remate de cabeza que no fue gol por los reflejos felinos de Abad, al que parece que la presión no le venía nada bien, como al resto de la plantilla del Córdoba.
El envío de Benito al corazón del área era inmejorable, al igual que el testarazo, pero la estirada del meta blanquiverde dejó con la boca abierta a todos los aficionados que acudieron al Cerro del Espino.
Una lástima que no valga de nada al Córdoba, ya que el equipo de Rafa Navarro certificó su descenso a la Segunda B hace unas semanas. El Rayo, por su parte, sigue vivo en la lucha por la permanencia.