El derrumbamiento del puente Morandi ha hecho que la ciudad de Génova se encuentre en una situación complicada, debido a los problemas con el tráfico en las carreteras.
Este pasado miércoles se jugó el Sampdoria-Fiorentina, duelo aplazado por la tragedia. Debido a este hecho, el tránsito de vehículos por la ciudad fue un verdadero caos.
Esto provocó la reacción del Consejo Municipal de Génova, que ha solicitado a las autoridades deportivas que no se programen más partidos en su territorio.
Otro encuentro que está pendiente es el Genoa-Milan, que, en teoría, debería disputarse el próximo 31 de octubre. El problema es que se jugaría en miércoles.