El PSG dejó atrás la traumática eliminación en Champions League ante el Real Madrid y lo hizo volviendo al día a día de su campeonato nacional. Los de Emery, que se llevó una sonora pitada, no tuvieron ningún problema para golear a un Metz que llegaba último a la cita y que demostró por qué ocupa la zona baja de la Ligue 1 de manera tan evidente.
Apenas cinco minutos tardó Meunier en hacer el primero y a partir de ahí el choque fue coser y cantar para el PSG. Emery 'castigó' a Alves y dio minutos a varios jugadores que no participaron ante el Real Madrid o tuvieron muy poca presencia, como Diarra, Draxler y Nkunku.
Fue precisamente el joven canterano el protagonista de la primera parte, pues hizo el 2-0 y el 3-0 en sendas acciones de 'killer'. Tampoco quiso faltar a la reconciliación con la afición Mbappé, que hizo el 4-0 en una de las últimas acciones de la primera mitad tras un gran pase de Verratti, otro que se redimió con dos asistencias.
El choque apuntaba a goleada histórica, pero el PSG levantó el pie tras el descanso y sólo Thiago Silva, a menos de diez minutos para el final, pudo hacer el quinto. Aunque Timothy Weah tuvo minutos y pudo estrenarse como goleador en el equipo que encumbró a su padre, el resultado no se movería más.
El PSG se acerca un paso más al título liguero, otrora una gran hazaña para los parisinos y hoy sólo las migajas de una temporada que aspiraba a ser histórica y que será anodina.