Marcelino acertó totalmente en el planteamiento inicial apostando por el músculo y la contención de Tomás Pina y la capacidad de sacrificio de Soldado, ya que el partido de ida y vuelta que se preveía desde antes del inicio se comenzó a ver desde el primer minuto de juego.
El primer tramo fue para el Villarreal. Los amarillos mantuvieron el control del balón durante todo el encuentro, pero en el inicio se mostraron muy dominantes pese a que el primer aviso vino de las botas de un jugador del conjunto visitante: Joe Allen.
El centrocampista inglés remató un pase franco desde la frontal del área para exigir a Asenjo realizar su primera estirada. El portero estuvo muy fino y se anticipó al disparo gracias al buen posicionamiento bajo palos que siguió manteniendo durante todo el encuentro.
Los minutos se sucedían en un toma y daca de ocasiones y Soldado fue el siguiente en poder abrir la lata gracias a un remate desde el costado del área tras un gran pase filtrado de Dos Santos, pero el ariete, pese a firmar otra buena actuación, sigue gafado de cara al gol.
La más clara de la primera mitad llegó con la firma, precisamente del mismo Soldado. Mignolet estuvo a punto de ser sorprendido por un disparo con rosca del '9' del Villarreal, pero la fortuna decidió no acompañar al conjunto castellonense, al menos durante el primer acto.
Tras la vuelta por vestuarios el partido cambió totalmente. El palo izquierdo de la portería del Liverpool tardó tan solo un minuto en comenzar a temblar, ya que Bakambu, en el 46' estrelló un remate de cabeza en la madera tras la salida de un córner.
El trascurso del partido avanzó mostrando un carrusel de ocasiones que divertía al público de El Madrigal pero desquiciaba a los técnicos. La más clara del conjunto inglés llegó con un disparo raso de Firmino desde el pico del área que se topó con la base del poste izquierdo de Asenjo.
Pero cuando todo parecía indicar que la eliminatoria se quedaría en igualdad de goles de cara al partido de Anfield y el Liverpool ya firmaba el empate, llegó el milagro de Adrián.
Denis Suárez comandó un contragolpe increíble desde el costado derecho que le sirvió para encarar a Mignolet y ceder el balón a su compañero, que salió al final de la segunda parte y se convirtió en el héroe de un Villarreal que ve, cada vez más cerca, la final de Basilea.