La cara 'b' del fútbol volvió a salir a la luz. Esta vez lo hizo en una competición importante como es la Europa Leage, en el partido de vuelta entre Craiova y Bodapest Honved.
Era el minuto 119 y parecía que el choque se iba a los penaltis tras dos empates sin goles. De pronto, cuando se jugaba una de las últimas acciones del partido, los aficionados locales perdieron la cabeza.
Comenzaron a lanzar a los colegiados todo lo que tenían a mano, entre lo que se encontraba varios petardos. Uno explotó junto al trencilla, y justo después un mechero impactó en su cabeza.
El partido se tuvo que detener durante quince minutos, mientras los servicios de emergencias atendían al árbitro del choque. No pudo continuar el colegiado y entró el cuarto árbitro para dirigir el minuto que quedaba y los lanzamientos desde los once metros en los que ganó el equipo local.
Según reportes de medios y periodistas locales, se planteó la suspensión de lo que quedaba de partido, pero la policía argumentó que no podría garantizar la seguridad de los jugadores visitantes ni del resto de los colegiados si se tomaba esa decisión.
1 de agosto de 2019