El España-Corea del Sur del Mundial de 2002 es un partido que la mayoría de aficionados de 'la Roja' difícilmente olvidará alguna vez. El infausto recuerdo de aquellos cuartos de final en los que quedó eliminada una generación que apuntaba alto sigue escociendo, pese a los años y los títulos que han pasado de por medio.
Tantos años como que va camino de cumplirse la segunda década. Será exactamente este 22 de junio. Para conmemorarlo, el diario 'Marca' consiguió una entrevista con Gamal Ahmed Al-Ghandour, el árbitro egipcio que tanto debate suscitó por su actuación.
"Los españoles no pueden echarme la culpa de aquella derrota ante Corea, porque, antes de acabar el partido, tuvieron varias ocasiones claras. Pudieron haber finiquitado el triunfo antes de llegar a la tanda de penaltis. En un partido solo se juzga al árbitro principal, pero a veces nosotros no podemos sostener las decisiones de nuestros asistentes. Yo me ratifico: hice un arbitraje excelente. De hecho, la FIFA me puntuó con 8,7 sobre 10 aquel día", destacó el ex trencilla.
De hecho, destacó el que fue, en su opinión, el único error que tuvieron él y sus asistentes a nivel grupal: "Analizando las jugadas, para mí solo hay una decisión discutible y es la del gol anulado, ya que el centro de Joaquín pudo no haber salido del campo. Ese es el principal punto de discusión".
"Los errores de mis asistentes no deben computarse a mi actuación", agregó. Cabe recordar que a los pupilos de Camacho les anularon dos goles en total. Esto, sumado a una importante cantidad de decisiones controvertidas, provocó que se llegara a una tanda de penaltis en la que Joaquín Sánchez falló el único tiro.
Sentenció su intervención llevando a cabo una curiosa y particular reflexión: "En 2019 visité España para un programa de TV y creo que, desde entonces, mi imagen pública en su país cambió y los españoles pudieron ver que yo no me equivoqué y que los errores fueron claramente de mis asistentes. Creo que la percepción de los hinchas de La Roja cambió tras ese programa".