Gerard Piqué es un gran termómetro de cómo está el cuerpo del Barcelona. Su nefasto inicio de temporada, con gol en propia puerta incluído ante el Real Madrid y con una lentitud impropia de su categoría, se ha transformado en un excelente comienzo de Liga.
Como el equipo azulgrana, Piqué ha sabido aceptar las críticas y se ha centrado en mejorar, algo que también ha hecho este nuevo Barça a las órdenes de Valverde.
Los 'culés' van lentos pero con paso firme y, gracias a los pinchazos de otros, ya están cuatro puntos por encima de sus directos rivales en la competición española.
Ante el Espanyol, otro de sus rivales más enconados, Piqué pudo volver a saborear una 'manita'. Y lo hizo, además, viendo puerta en los últimos instantes del choque en una de sus especialidades favoritas: el remate de cabeza a la salida de un córner.
Piqué ha borrado la tristeza y ha sabido transformar en una sonrisa su mal inicio. Y la Juventus espera a la vuelta de la esquina...