Poco a poco, Nahuel Zárate sigue recuperando la normalidad. Aquella fatídica noche en que le cambió la vida queda atrás día tras día. Aquella noche en la que, por conducir bajo los efectos del alcohol, acabó con la vida de dos personas que viajaban como pasajeros en un taxi en Buenos Aires.
El incidente, ocurrido a principios de septiembre de 2018, le costó pasar dos semanas en prisión, pero logró salir en libertad bajo fianza. El futbolista abonó una elevada cantidad de dinero para salir de la cárcel, pero le costó el empleo.
Atlético Tucumán, club al que llegó este ex de Boca a mediados de 2017, se desentendió de él. En marzo de este año encontró equipo, Fénix de Buenos Aires, de la B Metropolitana, pero no fue sencillo.
Porque tenía la obligación de no salir del país, de firmar en el juzgado una vez al mes, y de tener un domicilio fijo. La primera le vetó automáticamente de cualquier equipo que jugase competición internacional, nadie le iba a querer solo para jugar la Superliga.
Pero en Fénix volvió a sentirse futbolista. Este carrilero zurdo disputó ocho encuentros en el conjunto bonaerense, y la temporada terminó. Pero su carrera, pese a su difícilmente perdonable error, continuará.
Zárate ha fichado por Gimnasia y Esgrima de Jujuy. Pese a irse lejos de Buenos Aires (San Salvador de Jujuy está muchísimo más cerca de Bolivia que de la capital argentina), las autoridades han considerado que no existe riesgo de fuga.
28 de junio de 2019