Este no es el año del PSG. El Manchester City y el Lille, uno en Champions y otro en Ligue 1, han tapado los caminos de la felicidad a los de Pochettino. Pero hasta el premio de consolación corrió peligro para un equipo parisino que tuvo que recurrir a la tanda de penaltis para colarse en la final de la Copa de Francia.
Nadie creería este inicio de crónica al ver los primeros minutos. Y es que los visitantes apretaron de lo lindo con un excelso Mbappé a los mandos de un caballo desbocado. Tardó un minuto en avisar el bueno de Kylian y diez en acertar con la diana.
Un pase de Gueye filtrado provocó el arranque de la moto del '7'. Controló con la derecha y 'mató' con la zurda al Montpellier con un golazo. 0-1 y todo parecía, como poco, allanado para los de la capital.
Las sensaciones no llevarían la contraria en toda la primera parte. Mbappé rozó el doblete varias ocasiones, pero Bertaud le dio la noche con varias paradas de mérito. Icardi también se topó con el meta en plena avalancha de ocasiones del PSG, que no pudo engordar el marcador pese a los disparos de Sarabia, Gueye o Florenzi.
Una mala cesión del ex de la Roma a Keylor y que acabó en córner fue todo el arsenal ofensivo del Montpellier hasta el 45'. Fue entonces cuando un golazo de Laborde llevó el 1-1 al descanso. El delantero se sacó un zurdazo desde la frontal que acabó en la escuadra del segundo palo de Keylor.
Otra avalancha de Mbappé sin final feliz
El PSG salió encorajado, quizás enfadado tras la injusticia del marcador, en la segunda parte. Y cinco minutos tardó, literalmente, en arreglar el luminoso Mbappé con su doblete.
El '7' volvió a firmar una de las suyas. Cambió de ritmo en la banda izquierda y dejó atrás a su par en otra cabalgada para ver una y otra vez. Entró en el área, se fue del defensa que osó a encararle y batió a Bertaud con un remate cruzado.
Se desató el PSG de nuevo con una cascada de ocasiones. Mereció Mbappé un 'hat trick' que no llegaría, de nuevo, por varias buenas actuaciones de Bertaud. Sarabia también sufrió los guantes del meta del Montpellier. Pero fue conformándose poco a poco con el marcador el cuadro de Pochettino.
Eso lo aprovechó el equipo local en el último cuarto de hora. Dos veces avisó antes del 'mazazo'. Keylor salvó un tiro raso y lejano para, poco después, volar a tiro de Ristic en el 80'. Lo que no pudo evitar fue el 2-2, obra de Delort en el 83'. Laborde asistió al '9' en un pase de la muerte que puso todo patas arriba.
Pochettino quiso reaccionar con la entrada de Neymar. Mbappé se había sentado un minuto antes del gol. Pero el brasileño no evitó que el choque se fuese a la tanda de penaltis.
Allí, los fantasmas no inquietaron a un PSG impecable. Seis goles de seis lanzamientos. Fue Junior Samba el que erró el primero de la muerte súbita para el Montpellier. Kean tuvo el pase en sus botas y no falló para darle aire a un equipo que, pese a atragantarse con el trago, logró salvar la Copa a tiempo.