Old Trafford recibió la visita del Lask Linz en un duelo que fue poco trascendental y que le sirvió a Solskjaer para probar con algunos de los menos habituales en el once inicial.
Los ingleses habían vencido en el partido de ida por 0-5, por lo que el colchón era bastante amplio. Fred, Lingard, Mctominay... fueron algunos de los protagonistas desde el inicio.
El conjunto austriaco comenzó con más hambre. Lógico, pues tenían que remontar cinco goles y a los diez minutos de juego Andrade se encontró con la madera.
No fue hasta la segunda mitad cuando de verdad se animó el partido. El primer tanto lo asestaron los visitantes. Wiesinger se sacó una obra de arte tras el rechace de un córner y puso el balón en la escuadra de romero.
No celebraron mucho el tanto los austriacos ni tampoco trataron de que se sacase rápido. Un poco apáticos y sabedores de su destino, se fueron tranquilamente hasta el círculo central.
Solo dos minutos más tarde Juan Mata le cedía el balón a Jesse Lingard y el empate subía al marcador. Parecía que el partido iba a terminar en tablas, con dos equipos sin querer forzar lo más mínimo andado por el césped.
Pero un recién ingresado Martial aprovechó para certificar la victoria de los 'red devils' de nuevo tras un pase de Mata. Solskjaer no quiso arriesgar y aun así se llevó el triunfo y ya piensa en el siguiente partido, contra el Copenhague el 10 de agosto.