El césped de estos espacios tenía más de 12 años de antigüedad y, debido a las competiciones que acogen continuamente, "había llegado al final de su vida útil", según ha señalado el Consistorio en una nota, en la que han concretado que los trabajos se han adjudicado al grupo de empresas formado por Opsa y Glesa.
Desde el Ayuntamiento han argumentado que instalar césped artificial es una medida "sostenible económica y medioambientalmente", puesto que su mantenimiento es "mínimo".
Además, con esta superficie se facilita la práctica deportiva "en las mejores condiciones posibles", ya que el césped que se está instalando presenta un comportamiento muy parecido al de la hierba natural y puede ser utilizado con el calzado de tacos que habitualmente se utilizan en este deporte.
Los trabajos, que se alargarán durante dos meses, forman parte de una serie de inversiones financieramente sostenibles aprobadas en el Pleno municipal de noviembre de 2017 con los votos a favor de PP, PSOE, Cs e IU, y la abstención de SSP y UPyD.