"Es una alegría doble. No mirábamos al rival, solo queríamos entrar en Europa de forma directa y lo hemos conseguido, y se ha dado quedar por encima de ellos", afirmó a los periodistas el canterano bético en la zona mixta del Villamarín.
Destacó que para ellos ver hoy al beticismo con la cara de felicidad "es un sueño" y reconoció que con el gol tuvo la oportunidad de quitarse la espinita de la jugada anterior, en la que Lenglet le arrebató el balón e impidió que marcase.
Sobre el tanto que supuso el 2-2 a nueve minutos del final del derbi, el marbellí explicó que su compañero Antonio Barragán le puso la pelota y, "después del rechace", la pelota volvió a darle a él y cuando vio "entrar el balón", corrió "a celebrarlo como un loco".