Hasta el partido en Kiev, Carles Aleñá únicamente había disfrutado de siete minutos en todo el curso con Ronald Koeman. Precisamente fue en los minutos finales del partido de ida en el Camp Nou frente al Dinamo. En la vuelta, terminó el duelo... y firmó un buen papel.
Cierto es que el cuadro ucraniano no es el mejor para medir el rendimiento para un club que se exige cada partido al más alto nivel, pero Aleñá demostró que tiene ganas de aportar en el Barça. Y lo más relevante: fue clave en una característica que se pide en la Ciudad Condal para el juego.
Tal y como resalta 'Marca', el centrocampista tuvo una efectividad del 99% en sus pases en la cita de Champions. Intentó un total de 114 envíos... y completó con éxito 113. Solo erró en uno.
Su compañero en la medular Miralem Pjanic quedó algo por debajo: fijó su porcentaje en un 95%, algo inferior a la marca que dejó Frenkie de Jong en el primer partido ante el Dinamo (98%).
En un centro del campo con muchísima competencia en los planes de Koeman, Aleñá dejó claro que quiere pelear por tener minutos. Ahora solo queda ver si ese paso adelante tiene premio en los próximos compromisos 'culés'.