Ganar, ganar y ganar. Esa es la clave, tal y como aleccionó Luis Aragonés en vida, para que un equipo se transforme en de los mejores. Es la doctrina que ha escogido esta escuadra salvadoreña.
No caen derrotados desde el 22 de septiembre, hace alrededor de un mes, y están cosechando una alta cantidad de puntos que les vale para mantenerse en lo más alto de la tabla de su país.
Pero, en los últimos días, la plantilla se enfrentó a un desafío superior: ganar dos encuentros en menos de 48 horas. Es lo que pasó ante Jocoro y Chalatenango con los resultados de 1-0 y 0-2, respectivamente.
La hazaña deja claro por qué estos jugadores están arrasando en El Salvador. El primer triunfo era más o menos esperado, pero se temía que el rendimiento fuera a menos en el segundo, ya que se jugaba como visitantes.