Antonio Amaya evita la pena de cárcel después de haber infringido el código penal. El jugador del Rayo está de suerte y sólo perderá el permiso de conducción, además de la multa.
El jugador, arrepentido, escribió una carta que hizo pública en la que explicaba que los hechos no volverán a ocurrir. “Reconozco que estas cosas no deben volver a repetirse nunca porque he puesto en peligro mi vida y la de otros conductores; no es desde luego un ejemplo de comportamiento cívico”, señaló Amaya.