La localización de sus teléfonos en el momento de la supuesta negociación de los amaños les sitúa en ella. No es la única traición que les ha hecho su teléfono móvil.
El registro de llamadas también les delata. En él se puede comprobar cómo contactaron con directivos de Osasuna, al parecer.
Por último, sus declaraciones se contradicen entre sí, confirmando las sospechas del juez de que hay algo turbio en ellos.
Amaya, Torres y Figueras ya no militan en el Betis, pero parece que pagarán por los pecados cometidos vistiendo sus colores hace un par de temporadas.