Agosto
Todo eran vino y rosas para una UD Las Palmas que había logrado traer a un Boateng que empezó, como el equipo, como un tiro: palizas al Valencia (2-4) y al Granada (5-1). Dos triunfos para soñar.
Septiembre
Primeras derrotas de un equipo de Quique Setién que, sin embargo, ofrecía un fútbol de muchos quilates: combinación, ritmo y asociación. Su fútbol de toque iba más allá de los resultados. Derrota ante el Sevilla de Sampaoli (2-1), victoria frente al Málaga (1-0) y empate contra todo un Real Madrid (2-2). Araujo coronaba dos meses de competición inolvidables.
Octubre
Mal mes para Las Palmas. Aunque su fútbol había bajado un peldeaño, seguía siendo de los más vistosos en Primera. El gol de Boateng al Villarreal se convirtió de inmediato en uno de los mejores de la Liga. El atacante ghanés definió de manera acrobática una jugada espectacular en la que participaron casi todos los futbolistas. Tres empates (Osasuna, Espanyol y Celta) y una derrota, ante el mencionado Villarreal, el balance.
Noviembre
El equipo se rehabilitó con dos victorias de prestigio frente a Eibar (1-0) y Athletic (3-1). El Gran Canaria empezaba a ser un fortín. A domicilio la historia cambiaba: 2-0 en contra ante un Betis que no terminaba de despegar.
Diciembre
Sin Boateng, otro mes en el que la UD no conoció la victoria. Setién, en su empeño por repartir minutos, deshilachó un equipo capaz de lo mejor y lo peor. Empate ante el Alavés (1-1), Leganés (1-1) y derrota ante el Atlético (1-0).
Enero
Complicado mes para el equipo de Setién, pues ya empezaron a salir a la luz discusiones y controversias entre la plantilla y un Setién cada vez más alejado de su equipo. El técnico llegó a decir que Araujo, quien dio positivo en un control de alcoholemia, debía dar un giro a su vida. Aun así, dos victorias y un empate en cuatro jornadas: 1-0 al Sporting, 5-0 en el Camp Nou, 1-1 contra el Deportivo y 3-1 en casa contra el Valencia.
Febrero
Con el vestuario en llamas tras haber trascendido las fiestas y las peleas de una plantilla que llegó a hacer soñar a la afición canaria con Europa, la UD completó un mes de febrero horroroso. Pleno de derrotas ante Granada, Sevilla, Málaga y Real Sociedad. Y eso que Jesé y Halilovic habían llegado para levantar la moral.
Marzo
Un mes clave en la trayectoria degenerativa de un Las Palmas a la deriva: Setién anunció que dejaba el club. Aun así, el equipo canario volvió a firmar una tarde de enseño al acariciar la campanada en el Bernabéu. Los 'pío pío' competían contra cualquiera... si estaban enchufados. El bagaje fue empate contra el Madrid (3-3), victoria frente a Osasuna (5-2), derrota ante el Espanyol (4-3) y triunfo sobre el Villarreal (1-0). Suficiente colchón para la salvación.
Abril
El equipo sacó la bandera blanca. Fue en este mes cuando el conjunto canario logró su última victoria en Liga. Con Setién fuera de órbita y Jesé pensando en Balones de Oro, los resultados fueron totalmente nefastos: 3-1 ante el Celta, 3-1 ante el Eibar, 4-1 ante el Betis (única victoria), 5-1 ante el Athletic, 1-1 contra el Alavés, 3-0 contra el Leganés y 0-5 frente al Atlético. Los dos últimos partidos fueron la confirmación sangrante de que Las Palmas ya no competía.
Mayo
Otras tres derrotas, más peleas, división y adiós a una campaña que pintaba a éxito histórico: derrota en Gijón (1-0), derrota ante el FC Barcelona en casa (1-4) y cierra a La Liga con espectáculo lamentable en Riazor (3-0).