André Gomes (23), que llegó al Barcelona procedente del Valencia, es uno de los jugadores más cuestionados de la plantilla.
El pasado domingo, en el partido ante el Leganés, se pudo ver claro: se llevó una sonora pitada cuando fue sustituido por Denis Suárez. El portugués se retiró tocado anímicamente al comprobar que tiene a la mayoría de la afición en su contra.
Luis Enrique no tenía pensado que el André Gomes fuese titular en este encuentro, pero el estado físico de Iniesta y la lesión de Busquets le obligaron. La afición no entiende el gusto del técnico por el futbolista y el centrocampista vivió uno de sus peores días como azulgrana.
A pesar de que ningún jugador estaba firmando una actuación buena, el señalado fue él, algo que no sentó bien tampoco a sus compañeros. Los hombres importantes del vestuario, con Luis Enrique y Messi al frente, intentaron animarle y convencerle de que es un precio que hay que pagar por jugar en un equipo grande.