Ángel Lavín 'Harry' ha comparecido este jueves ante el juzgado de lo penal número 1 de Santander como acusado de un presunto delito de administración desleal continuada mientras fue presidente (2012-2014), por el que la Fiscalía pide que se le condene a tres años de cárcel y 216.400 euros en concepto de responsabilidad civil.
Un proceso impulsado por los ex jugadores del Racing y la asociación de pequeños accionistas (AUPA), en el que no se ha personado el club, que se deriva de la querella contra el ex presidente Francisco Pernía y Lavín, en la que también están denunciados los intermediarios Iñaki Urquijo y Juan Vergara.
Lavín ha sido interrogado por cuatro hechos concretos, el haberse asignado un sueldo de 72.000 euros anuales, el contrato como director técnico deportivo de José Ignacio Urquijo, el de la empresa 'Blu Sistemas y Proyectos' para externalizar servicios, y la renovación del arrendamiento de varios apartamentos en la urbanización Albatros.
A preguntas de la Fiscalía y de la acusación particular, Lavín ha considerado que todas estas actuaciones estaban justificadas.
La juez ha llamado la atención en varias ocasiones a Lavín, primero para recriminarle que no estuviera contestando a "nada de lo que se le pregunta", luego para pedirle que "no divague es sus respuestas" y finalmente para reclamarle: "No nos tome el pelo a los que estamos aquí sentados".
Sobre el asunto del sueldo de 72.000 euros (6.000 euros mensuales), Lavín ha declarado que él desempeñaba las funciones de director ejecutivo del Racing y "hubiera sido un fraude a la Seguridad Social no estar dado de alta".
Además de afirmar que "72.000 euros no era una cantidad desproporcionada, ni mucho menos", en cuanto a las funciones que desempeñaba, si ya había en el club un director deportivo y otro financiero, ha señalado que principalmente de dedicaba a "la relación" con la liga de fútbol profesional (LFP).
"Yo no paraba, llegaba al club el primero por las mañanas y me iba el último", ha añadido Lavín, quien, además de considerar que era una "cantidad ridícula para un director ejecutivo", ha afirmado que su intención era "donar" el total de su salario a la Fundación del Racing, "que estaba a medio camino de crearse", pero que no lo hizo porque "por circunstancias anómalas no se hizo y no tenía donde llevar el dinero".