El centrocampista madrileño recientemente reconoció que se marchó a China por una oferta económica "irrechazable", pero también dijo que su prioridad era volver a España en cuanto pudiera porque la estancia allí fue "muy dura" para su familia.
Esa oportunidad le llegó por el Rayo Vallecano, con el que ha vuelto a jugar en LaLiga. Desde su debut el 9 de febrero, ha jugado nueve partidos, pero es desde hace cuatro jornadas, con Paco Jémez en el banquillo, cuando mejor rendimiento está ofreciendo.
El técnico canario le ha dado las riendas del equipo y desde la medular mueve el juego de los franjirrojos con una calidad que destaca por encima del resto de centrocampistas de la plantilla y que por Vallecas hace tiempo no se veía.
Además, su aportación no está siendo solo a nivel de juego, sino que también ha marcado dos goles y un tercero pudo subir al marcador frente al Athletic, pero el VAR lo anuló por un fuera de juego milimétrico.
"Las sensaciones del equipo han sido muy buenas y a pesar de las cosas negativas que han pasado siempre hemos dado la cara y hemos podido ganar", confesó este jueves Mario, que está alcanzando un nivel de juego muy alto con Paco Jémez.
"Paco sabe lo que necesita el equipo, lo que quiere el club y tiene las ideas claras. Ha sido una inyección de moral y de positivismo muy grande", comentó.
El partido de la próxima jornada es vital para el Rayo Vallecano, puesto que el Huesca es colista y el equipo madrileño necesita ganar para seguir con opciones de salvarse, debido a que tiene 27 puntos y el aragonés, 25.
"Esto es una final y solo vale ganar", admite Mario Suárez, que si no hay ningún contratiempo de última hora será titular ese choque.