Los partidos no acaban hasta que se pita el final, y lo habitual es que el que perdona lo termine pagando. Eso ha ocurrido, y se ha cumplido prácticamente punto por punto en el Municipal de Vallecas.
Rayo y Betis protagonizaron un encuentro muy igualado, en el que nadie quiso cometer el primer error. Eso se notó sobre todo en el primer tiempo, en el que apenas hubo ocasiones.
Se jugaba en torno al centro del campo y nadie arriesgaba. Es lo que tienen las eliminatorias a partido único, que en ellas los errores se penalizan doble.
Se llegó sin goles al descanso, pero al poco de volver de los vestuarios el Rayo dio el primer golpe. Catena, en el 47', rompió la igualada, y obligó al Betis a dar un paso al frente.
Rubi metió a Joaquín, y el veterano futbolista andaluz tiró de galones, se echó al equipo a la espalda y, tras mucho batallar, logró acabar forzando la prórroga.
Se salvó el Betis de la eliminación gracias a un gol de Joaquín a seis minutos del final. El Rayo acusó gravemente el revés, pues se veía ya en octavos, y durante la prórroga bordeó el naufragio completo.
Sobre todo después de que Loren hiciera, en el 107', un soberbio gol que acalló la siempre ruidosa grada del pequeño campo vallecano. De nuevo, con la intermediación del incombustible Joaquín.
El Betis pudo sentenciar el partido en la segunda parte de la prórroga, y Tello no podrá olvidar fácilmente el mano a mano que falló con Morro por pecar de egoísta. Qué distinta hubiera sido la película de haber marcado...
Porque el Rayo, en el último suspiro, logró empatar, llevando el delirio de vuelta a la grada del estadio. Andrés, en el 118', demostró al Betis que a golpe de orgullo se puede sacar adelante un partido que parecía perdido.
Todo se decidió por penaltis. El Betis lanzó primero, y Joaquín asumió la responsabilidad de lanzar el primer penalti. Y lo mandó alto. El gran héroe verdiblanco demostró su humanidad, provocando que su equipo fuera a remolque en la tanda.
No falló el Rayo sus lanzamientos, y el cuarto bético, responsabilidad de Tello, también se fue al cielo de Vallecas. Volvió a acertar el Rayo y fin de la historia. El Betis, eliminado desde los once metros y el Rayo, en octavos de final de la Copa del Rey.