Aprobado 'in extremis'. La Selección Chilena hizo valer su poderío ofensivo para rectificar un resultado que hubiese teñido de nubes negras la expedición de la 'Roja' a la Copa América.
El partido ante Haití estaba programado para insuflar ánimos a equipo y afición, pero nadie contó con que el combinado caribeño sacase su orgullo para hacer frente a los once de Reinaldo Rueda.
Ni Chile ni Haití escondieron en nigun momento su forma de percibir el fútbol, pero la manera de ejecutarlo dejó mucho que desear en los sudamericanos. Sobre todo en los primeros minutos.
En los locales destacó la facilidad para plantarse en área contraria, al mismo tiempo que su falta de puntería. Por otro lado, la fragilidad defensiva de los de Marc Collat contrastó con su falta de vergüenza y poderío físico, protagonistas de importantes galopadas a la contra.
Y de esa forma llegó el 0-1. Pierrot desvirtuó a su rival en defensa con una zancada poderosa y se plantó fácil ante un Cortés que no pudo evitar el gol. Jarro de agua fría para la afición, que esperaba una despedida ambientada con pitos y flautas.
Vargas, el más activo en Chile, fue el único que tiro de amor propio para intentar levantar a sus compañeros del letargo y suyas fueron las mejores ocasiones. Ni siquiera Fuenzalida acertó a igualar el encuentro en la primera mitad tras un error grosero del guardameta que le dejó el balón en bandeja. Hubiese sido una bonita reacción.
A la vuelta del descanso y con el paso de los minutos las ocasiones fueron aumentando en cantidad, confirmando la mala puntería de los hombres de arriba. Fue necesario aprovechar un corto espacio de brillantez para darle la vuelta al resultado.
En tan sólo dos minutos (70',72'), Vargas y Fuenzalida, los dos más participativos en el bando de Reinaldo Rueda, cazaron sendos balones en el área para cambiar los silbidos por aplausos.
El 2-1 maquillaba una imagen pobre que no mejoró, pero ayudó a despedir al equipo tras el pitido final con una sensación de ánimo. Pero no hay motivos para estar contentos, el fútbol desplegado por los locales apenas pudo encerrar a Haití durante 20 minutos de bombardeo.
En la defensa de su bicampeonato, Chile viajará este sábado al gigante sudamericano con una plantilla espejo de los éxitos, pero inevitablemente más envejecida. Ecuador, Japón y Uruguay diagnosticarán en primera instancia la salud de los vigentes campeones.