Santiago Aragón, ex jugador del Zaragoza, recordó el gran momento en el que consiguieron el título de la Recopa: "Nayim era un jugador especial, tenía un gran golpeo, muy bueno. Esos segundos que tardó en llegar el balón a la portería tenía la incertidumbre de si iba a entrar o no. Todos estábamos a la expectativa de si iba a entrar. Al portero del Arsenal, David Seaman, le sorprendió y, entre eso y que quizá tuvo un exceso de confianza, al final el balón entró y fue un estallido de júbilo", rememora el centrocampista.
Nayim, que había militado cinco temporadas en el Tottenham, conocía perfectamente al Arsenal y a Seaman y aconsejó a sus compañeros que tuvieran la cabeza levantada durante el partido porque era un guardameta que solía jugar adelantado haciendo una función como del antiguo "líbero".
De hecho, Aragón lo intentó en una ocasión durante la final pero no salió bien: "Por suerte Nayim estuvo para hacer el quite y quién mejor que él para redondear la Recopa. No recuerdo una final europea con dos golazos como el de Nayim y el de Esnaider".
El ex jugador 'blanquillo' reconoce que aquel tanto "quedará para la historia" porque le dio el título al Real Zaragoza, porque no dio tiempo a más y porque fue "espectacular", lo que se tradujo en una "alegría inmensa".
"Era un hotel pequeño a la afueras de París. Entrenamos el día anterior en Parque de los Príncipes y todos teníamos ganas de que llegase el momento. Nos daba cierta tranquilidad ver que éramos un equipo que transmitía seguridad y confianza. Nos mirábamos y veíamos jugadores muy buenos. Ellos tenían la experiencia de haber jugado la anterior final y haberla ganado y aunque nosotros contábamos con cierto bagaje en finales, éstas no eran de tanta importancia como una europea", reflexiona.
"Físicamente eran más fuertes que nosotros y nos costó llevar el partido al fútbol y tener balón para hacer posesiones largas. Lo conseguimos en la segunda mitad en donde fuimos más nosotros mismos y tuvimos más ocasiones", analiza.
"Ellos tuvieron algún fogonazo como la que sacó Belsué bajo palos, pero nosotros creamos más ocasiones e incluso hubo un palo y un penalti un poco dudoso cometido sobre Pardeza. Parecía que todo se iba a decidir en los penaltis, pero Nayim nos liberó de ese compromiso. Fuimos merecedores de ganar", asegura.
"El club tenía uno de los mejores momentos de su historia con la Copa de Ferias de Los Magníficos y creo que junto a la Recopa son los hitos más recordados", ha comentado. Santiago Aragón desvela que el grupo que formaba aquel equipo era "grande" en cuanto a su calidad, que sentía el fútbol "de la misma manera" y con una idea del entrenador que les permitía desarrollar ese fútbol.
"Encajamos en un momento de nuestra carrera deportiva en el cual todos estuvimos a nuestro máximo nivel durante dos o tres años y eso fue la clave para los títulos que logramos y las finales que disputamos", analiza.
Un festejo inolvidable
Aragón ahonda sobre este aspecto y recuerda que después de haber visto aquel encuentro cuatro o cinco veces se dio cuenta "de la clase de fútbol que practicaba y el nivel que tenía ese equipo". "Era un fútbol distinto al de ahora pero técnicamente de muy alto nivel", subraya.
Sobre la celebración en Zaragoza, comenta que en la Plaza del Pilar no cabía "ni un alfiler" y que fue "inolvidable". "Zaragoza y Aragón se volcaron con nosotros. La gente estaba no solo en la calle sino también en los balcones durante todo el recorrido", rememora.
El centrocampista del conjunto maño revela que durante las dos semanas posteriores a la celebración cada mañana que se levantaba para ir a entrenar "sólo veía la imagen de la plaza abarrotada, tenía esa fotografía en la cabeza porque fue algo impresionante". "Fueron momentos únicos y para recordar con decenas de miles de personas con las bufandas extendidas y con Sergi (López Segú) como animador", resalta.
Finalmente ha desvelado la anécdota de que su mujer no tenía pensado ir a la final porque acaba de dar a luz a su primera hija y que días antes la llamó y le dijo que tenía que ir porque no sabía si iba a jugar algo tan importante y que no se lo podía perder, algo a lo que accedió. "Hubiese sido triste que no lo hubiese visto. Me dijo que se lo había pasado fenomenal y que estaba contenta", ha apostillado.