Todo ocurrió este pasado lunes en torno a las 8.30 horas, momento en que el ariete del conjunto canario estaba parado en un carril de incorporación con su BMW. En este instante, una patrulla de la Guardia Civil de tráfico se movió hacia su lugar para hacerle el protocolario control de alcoholemia y el etilómetro de muestreo dio una cantidad que superaba lo permitido.
El futbolista dio un 0,76 miligramos por litro de sangre, o lo que es lo mismo, tres veces más de lo permitido. Acto seguido, Araujo encontró una vía de escape y le trasladó el problema a su presidente, Miguel Ángel Ramírez, al afirmar que él mismo arreglaría la complicada situación.
Según informa el 'Diario de Las Palmas', el delantero se mostró desafiante y con una actitud chulesca ante la Guardia Civil. Finalmente, Araujo consiguió llegar a su casa gracias a que una persona de su entorno se puso a los mandos de su vehículo.