El Arsenal de Arteta sí superó en julio al City en la carrera por la FA Cup por 2-0, pero aquello fue en el Emirates. Al técnico vasco no se le está dando bien volver a la que fue su casa durante su etapa de formación como entrenador, cuando trabajó codo con codo junto a Guardiola, su maestro y que este sábado le dio una buena lección de fútbol en el Etihad.
Para Arteta se le puede considerar un estadio ya maldito. En junio, en la Premier League, el City goleó al Arsenal. Arteta acababa de llegar y tenía mucho trabajo por delante. No por el resultado es maldito, también por la inoperancia que volvió a mostrar el conjunto 'gunner' en este estadio. Ederson tuvo poco trabajo, aunque ejecutó sin problemas el que tuvo.
En el día del regreso de Agüero, lesionado en los últimos meses, el City se mostró más ahorrador que nunca de cara a lo que viene en Champions. A medio gas, el equipo de Guardiola fue dominador, aprovechó la mejor que tuvo y supo echar el candado a su área para amarrar tres puntos fundamentales para seguir escalando en la tabla de la Premier League. Ahora, con dos victorias, un empate y una derrota.
Rúben Dias, seriedad y garantías
Con un serio Rúben Dias, el jovenzuelo y descarado Foden, y Sterling en su versión más efectiva, el City arrancó con fuerza. A los 23 minutos, el alemán Leno tuvo que repeler un disparo de Foden y el extremo inglés colocó el remate al poste para batir a los londinenses en el 1-0. Los 'citizens' habían hecho lo más difícil ante un Arsenal que comenzó replegado.
El objetivo de los 'gunners' era aprovechar la velocidad de Saka, Willian y Pépé. Solo el primero fue capaz de sacar a relucirla. El trabajo de Rodri en la sala de máquinas de Guardiola fue impecable para evitar eso mismo y, mientras, Mahrez hacía y deshacía a su antojo en las continuas diagonales a las que ya acostumbra el argelino.
Creció el Arsenal merced al descaro y la electricidad de Saka, que fue el mejor junto a David Luiz, impecable en las acciones defensivas del segundo tiempo. Tras el paso por vestuarios, el guion del choque cambió: el Arsenal se adueñó de la posesión y el Manchester City aguantó sorprendentemente sin ella con rigor en la zaga, y sin errores.
El ritmo de partido no varió de lo que quería el equipo de Guardiola, que solo se tuvo que encargar de achicar agua en esos balones aéreos colgados por los laterales del Arsenal en los últimos instantes. El City vuelve a ganar, y ya con la vista puesta en el Oporto, mientras que el Arsenal cambia el chip a la Europa League y al Rapid de Viena.