Rosell ya dejó pactados los mínimos de la renovación con el entorno del jugador, cuando se vio forzado a dejar la presidencia del Barcelona. No hay comunicación oficial, pero sí parece haberse empezado a mover el club para que la renovación se lleve a cabo.
Su contrato actual dura hasta 2019, y gana seis millones por temporada, a los que puede sumar otros dos y medio por objetivos (que son jugar un 60% de los partidos y clasificarse para Champions), y otros dos por títulos logrados. Es el quinto mejor pagado de la plantilla, y la mejora salarial le situaría sólo por detrás de Messi y sus 20 millones netos al año.