Con 2-3 en el marcador, Jesse Lingard se vistió de Maradona o del mismo Messi para hacer el 2-4 definitivo. En el 86, el joven atacante inglés cogió el balón de su campo y acabó en la otra para marcar un buen tanto.
El gol fue una auténtica maravilla y en el banquillo del United no daban crédito a lo que habían visto. Mourinho lo celebró con sus ayudantes y luego acabó por abrazar a Ibrahimovic.
El delantero sueco, que estaba preparado para saltar al terreno de juego, se fundió en un abrazo con su entrenador. Ambos dejaron una imagen muy bonita en pleno éxtasis del United a domicilio.
Zlatan Ibrahimovic and Mourinho celebrating Lingard’s goal #MUFC pic.twitter.com/2r94pbI3v4
— Pogba_Lukaku (@Pogba6_Lukaku9) 28 de noviembre de 2017