El Leganés suma cinco victorias seguidas, todas ellas desde que Asier Garitano volvió al equipo. Su toque en el plano táctico y a la hora de distribuir las responsabilidades en la plantilla han jugado un papel fundamental en ello. Son varias las claves que destacar.
La primera de ellas, la capacidad del técnico para adaptarse a la situación en cada choque. La victoria contra el Tenerife fue una clara muestra de ello. Ante la avanzadilla chicharrera, no dudó en poner en liza una defensa de tres centrales y dos laterales para el tramo final que frustró la insistencia rival.
Otra es la recuperación de algunos jugadores que antes no estaban gozando de tantas oportunidades. Ejemplos de ello son Jonathan Silva, Kevin Bua, Luis Perea o Avilés. Este último, de una forma muy marcada: cada vez sale más al campo. Bua, desde su doblete al Girona -confió en él el entrenador como revulsivo-, da más y más pasos adelante.
El propio Garitano ha reconocido en rueda de prensa en más de una ocasión que no ha realizado muchos cambios respecto a la etapa de Josep Lluís Martí. Se encontró con una buena materia prima y la moldeó a su gusto para, de momento, obtener unos resultados inmejorables.