El Basilea ha sacado un 10 esta temporada, como no. Sólo una derrota en 30 partidos, que se dice pronto. Ahora toca celebrar como se merece otra liga más para las vitrinas de St. Jakob Park. Porque hasta la final de la Copa Suiza, donde se medirá al Sion en busca del doblete, todavía queda.
El Basilea ya era líder en solitario al finalizar la tercera jornada. Tras la primera habían ganado Basilea, Grasshopper, Young Boys y Lucerna, después de la segunda sobrevivieron Basilea y Lucerna, y a la tercera fue la vencida: los ‘bebbi’ ya se habían despegado del resto.
Los de Fischer encadenaron nueve victorias seguidas en el inicio de liga, tras la cuales ya estaban a once puntos del segundo clasificado, el Lausanne Sports. En la décima jornada, empataron ante el Thun, y en la duodécima ante el Lugano. Además, la Champions desgastó al Basilea física y moralmente, ya que sólo sumaron dos puntos.
Los campeones ya no brillaban como antes. Tras el 6-0 al Vaduz el 19 de noviembre, parecía que venían otra vez las épicas goleadas del ‘Super-Basel’. Pero no. Posteriormente de un buen triunfo en Sion, el Young Boys venció 3-1 al Basilea en Berna. ¿Crisis? Nada más lejos de la realidad.
La regularidad tomó Sankt Jakob Park. Los ‘RotBlau’ iniciaron una racha de doce partidos sin perder, de los cuales nueve fueron victorias. Sólo empataron tres partidos, dos ante el Vaduz y uno frente a Young Boys.
Y después de ahí, la historia reciente: tocó viajar a Lucerna. Una visita que se antojaba complicada lo fue, pero el Basilea se las supo apañar para sacar un 1-2 del Swissporarena. Vigésima liga para el Basilea.