El Sporting-Oviedo todavía colea. Y lo que queda. Después del partido, que tuvo unas gigantescas medidas de seguridad para la afición del Oviedo, el cuadro 'carbayón' rompió relaciones con su gran rival.
Una decisión que lamentó el Sporting, que emitió un comunicado explicando su visión de la situación. Además, el conjunto rojiblanco expuso un vídeo en el que mostró cómo quedó la grada visitante.
Y, la verdad, no terminó bien parada. Asientos rotos, mugre por todos lados y pegatinas de los grupos radicales del Oviedo pegadas en varias zonas del graderío.
La cosa siguió también en los baños, donde incluso se llegaron a arrancar puertas de los lavabos. Una fea imagen de lo que jamás debe ser el fútbol.
26 de marzo de 2019