Pese a que la nueva normativa impuesta desde el verano hacía pensar que todas las manos en el área iban a ser penaltis, en la circular dada por el CTA esta semana se matizó el reglamento.
De esta forma, un jugador cometerá infracción siempre y cuando "toque el balón de manera voluntaria con la mano o el brazo", "marque gol en la portería adversaria directamente con la mano o el brazo, incluso si se produce de forma accidental" o si "se recupera la posesión del balón después de que este le toque en la mano o el brazo para luego marcar gol o generar ocasión de gol".
Asimismo, el futbolista también cometerá infracción cuando "la mano o el brazo se posicione de manera antinatural, consiguiendo que el cuerpo ocupe más espacio, incluso en el caso de que el balón toque en la mano o el brazo del jugador tras haber rebotado en la cabeza, cuerpo o pie de dicho jugador o de otro que estuviera cerca del primero".
El último caso en el que se considera infracción si "la mano o el brazo se sitúan por encima de la altura del hombro o más allá de este, a menos que se juegue primeramente el balón, y luego toque este en la mano o el brazo".
De igual forma, el CTA anunció que no se considerará infracción si el balón toca en la mano o el brazo "si proviene directamente de la cabeza o el cuerpo del propio jugador, este juega el balón intencionadamente y le golpea a su propio brazo".
También "si proviene directamente de la cabeza o el cuerpo de otro jugador, balón que llega inesperadamente de rebote, siempre y cuando no esté en posición antinatural con la que consiga ocupar más espacios".
"Si la mano o el brazo está están cerca del cuerpo y no se encuentran en una posición antinatural con la que se consiga ocupar más espacio", la jugada no será antirreglamentaria.
El último caso en el que no se cometerá una infracción será "si el jugador cae y la mano o el brazo quedan entre el cuerpo y el punto de apoyo en el suelo, pero no alejadas del cuerpo hacia un lado o en vertical".