El árbitro asistente de vídeo (en inglés, 'video assistant referee', de ahí las siglas VAR) será empleado en los partidos de la próxima Copa del Mundo. Durante los mismos, un colegiado estará dentro de una sala de realización siguiendo el partido con ayuda de varias cámaras.
Este responsable estará en comunicación con el juez principal mediante un 'pinganillo' para, en caso de necesitarlo, comunicarle una jugada polémica, que seguiría tres pasos.
Primero, el árbitro avisará al asistente de vídeo, o viceversa, de que existe una acción que conviene revisar. Tras ello, en la sala de realización se visionarán las imágenes para, posteriormente, informar al colegiado de las conclusiones.
A continuación, el trencilla principal puede fiarse de los encargados del VAR y tomar su decisión o, en caso de duda, acudir a la banda para ver la jugada en vídeo. Pero, ¿en qué situaciones se usará?
El gol es el principal objetivo. El vídeo debe ayudar al trío arbitral a decidir si, en caso de producirse un tanto, este es totalmente legal.
Para decidir sobre un penalti también se empleará el videarbitraje, que asegurará el acierto a la hora de señalar o no hacerlo el punto fatídico. Las tarjetas rojas también serán competencia del 'video assistant referee', que ayudará a no cometer errores a la hora de expulsar a un jugador.
Por último, el VAR evitará confusiones a la hora de identificar a un jugador para sancionar alguna acción suya y evitar así errores que perjudiquen a otros futbolistas.