La pandemia del coronavirus ha hecho mella en Australia, al igual que en todos los países del planeta, pero la incidicencia en el país bañado por el Índico y el Pacífico no se asemeja en nada al paso del COVID-19 por Europa.
El hecho de ser una isla, el tempranero cierre de fronteras o las dificultades para desplazarse hasta allí, algunos de los motivos de lo que se puede calificar incluso como hazaña.
Tan solo hay que ver -están así, prácticamente, desde el inicio del curso- cómo se encuentran los estadios de fútbol para cerciorarse de ello. En la mayoría de los estadios del país se permite el 50% del aforo y los aficionados ni siquiera deben guardar la distancia de seguridad. Tampoco es obligatoria la mascarilla.
En España, por ejemplo, Irene Lozano, presidenta del Consejo Superior de Deportes, espera que vuelva el público antes del final de la temporada, aunque lo cierto es que las probabilidades disminiyen con el paso de las semanas. En estos momentos las opciones son mínimas.
En Australia, sin embargo, además de tener una campaña de vacunación bastante avanzada, se han contabilizado menos de mil fallecidos desde el inicio de la pandemia. La incidencia acumulada incluso es menor de uno de cada 100.000 habitantes. Integran el país casi 25 millones de personas...
Y dentro de un campo de fútbol, los que más disfrutan esta situación son los aficionados. Este lunes, por ejemplo, la hinchada del Melbourne City pudo disfrutar en directo del triunfo de su equipo frente al Central Coast Mariners.
March 22, 2021