El frío dato es frío por algo. Sin importar preferencias ni gustos, la meritocracia acaba poniendo a cada uno en su lugar. No hay elemento que defina mejor el rendimiento positivo puro que los números.
Y estos no son favorables con Gareth Bale. El galés ha sido pasto de las lesiones un año tras otro y, cuando estaba en plena forma, su rendimiento muchas veces distaba del ser el necesario para el club.
Para más inri, el pasar de escudero a heredero de Cristiano le sentó peor aún. Porque en el último año el 'Expreso de Cardiff' se asemejaba más al 'Cercanías de Fuenlabrada' (con todos los respetos a la red de cercanías).
En definitiva, desde que llegó el galés a la capital española por todos es sabido que se ha perdido bastante tiempo de juego. Pero cuando sale a la luz el dato concreto, parece que los ojos se vayan a salir de las órbitas.
Según los cálculos de Mister Chip, Bale solo ha disputado el 53% del tiempo de los partidos que ha jugado el Madrid. Entre lesiones y decisiones técnicas se podría decir que Bale se ha perdido casi la mitad de los partidos.
Fue el segundo fichaje más caro de la historia del Real Madrid pero, dado su rendimiento en unos años, el público que mire las efemérides podría casi ni acordarse de sus logros en el conjunto blanco.